viernes, 23 de agosto de 2013

[Capítulo 2]
''...No...Tampoco...Ninguna casa...Ningún callejón...¿Dónde...?''
—Yo no hice nada doctor, sólo quería salir a jugar.
—Alice, ¿Cuánto tiempo llevas aqu-
—16 años, 3 meses, 15 horas, 20 minutos, 35 segundos y contando. —Interrumpió bruscamente.
—Y te has escapad-
—Treinta y cuatro veces y pienso continuar, gracias.
—Y a dónde irí-
—A Wonderland.
—¿Wonderland? El mundo que habías visitado antes y que-
— Ése mismo. Sentí que el conejo me hablaba acerca del caos que hay en Wonderland, es por eso que quise escaparme, porque sé que algo está mal.
—Correcto, y éste conejo, por qué es un...? (También me pregunto eso :D)
—La última vez que vi al conejo era un sujeto con las facciones del conejo... Es decir, las orejas y la cola. no sé, si fuera un conejo auténtico en ese caso hubiera explorado mas allá de sus-
—De acuerdo, es suficiente.
—¡Pero algo pasa! Y no permitiré que me siga reteniendo en este lugar para locos.
El doctor tomó un suspiro y le dio permiso de salir a Alice.
—Es todo, Alice, hemos termina-
—Sí, doctor, gracias!—Cerró la puerta fuertemente dejando al Doctor Bartlet con las palabras en la boca y dirigiéndose hacia su habitación para continuar la charla que había suspendido con Hannah.
Andaba en saltos largos por el corredor, bastante ágil que cualquier muchacha de su edad, tan astuta y fugaz como un zorro. Se detuvo por una de las habitación adyacentes a la suya, le pareció oír a Sasha, la enfermera le daba un sermón a un paciente, quién sería esta vez?
—¿Y bien Malkovich? ¡No intentes cubrir a tu compañera!—Gritaba la enfermera.—¡¿Crees que soy tonta?!
El muchacho no contestaba, ni siquiera la miraba, se mantenía mirando a un punto vacío con un rostro relajado y sereno.

Bueno, capítulo corto. :( Ando más inspirada que una gran roca.
*Se acurruca en su jaula*
-Scarga la humana.

viernes, 2 de agosto de 2013

[Capítulo 1]
''...Debe regresar...Ahora....Si tan sólo supiera en dónde está...''
Hospital psiquiátrico, Londres, 1850
Día lluvioso, mitad de otoño. El hospital se hallaba en un día como cualquiera, hasta ahora.
¿Dr. Bartlet...? Se asomó una enfermera a la oficina del psicólogo, un hombre rodeando los 40, las expresiones faciales de su rostro estaban cubiertos de algunas arrugas y unos lentes de alta medida por ser miope.
¿Qué sucede, Sasha? Preguntó bajando el periódico con una noticia sobre un asesinato.
Es la paciente Liddel, volvió a escapar. 
¿Otra vez? ¿Y su compañera? Siempre están juntas.
Ella está donde la dejamos, señor.
Por favor, llámala. Pensé que reducir la frecuencia de las sesiones por notar mejoras...
Doctor, ella nunca tiene mejoras. Por nada su banda es de color roja y es considerada 'amenaza muy peligrosa'. Dicho esto, la enfermera cerró la puerta algo frustrada y se dirigió a través de los pasillos,fijándose en cada paciente por la ventanilla, algunos se encontraban descansando, otros golpeando la pared y otros simplemente sentados frente al muro o mirando al vacío.

Se detuvo en unas de las últimas habitaciones, lo curioso de ésta habitación era que a diferencia de todas las demás que sólo llevan una cartilla de datos sobre el paciente, ésta llevaba dos. Se asomó y observó con una mirada de desdén a una de ellas, de cabellos negros, ojos color verde agua, piel blanca. Su semblante era algo difícil de descifrar, no se sabía con exactitud si te amenazaba con ella o te seducía. Algunas veces cambiaba su mirada a una más inocente y tranquila. Llevaba un vestido blanco con rayas negras a la altura de sus rodillas, un delantal negro con unas manchas misteriosas y un par ne botas enlodadas.
La otra muchacha era de semblante un poco más infantil, cabellos castaño claro, piel pálida, ojos celeste y semblante neutral, sonreía con frecuencia. Llevaba un vestido color marrón a las rodillas, una cinta beige alrededor de su cintura, medias largas color blanco y botas cortas. La primera se hallaba recostada en su cama y la segunda pintaba con sus manos un paisaje con valles verdes.

—¿Ahora en qué lío te metiste, Liddel? —Preguntó la castaña sin quitar los ojos en su pintura. —Hiciste que se enteraran otra vez de tu trigésimo cuarto escape.
—Hannah, encanto, yo nunca me rindo y como tal, ésta vez si sé que algo ocurre.
—No me digas que en tu lugar ése 'Surpriseland'.
—'Wonderland', Hannah... 'Wonderland'. Por cierto, qué pintas esta vez?
—El paisaje que pronto será nuestro hogar cuando salgamos.
—Sabes que es sólo un sueño tuyo, ¿Verdad? Tal vez estaremos aquí por el nuestro de nuestras vidas...
—Al menos estaremos juntas, como siempre.
—De eso no hay duda, querida. —Continuó. —Pero en vez de pintar deberías conseguirte un novio, de ésos que les gusta viajar y las reuniones sociales para que no estés tan sola.
—¡Alice!—Soltó una carcajada. —¡Por supuesto que tendré uno! Y cuando lo vea, yo sé que será 'El'.
—¿Cómo? No creo que le salga un brillo y los ángeles empiecen a entonar cánticos.
Hannah se levantó riéndose por el comentario de su amiga y se dirigió a la pared opuesta a su cama y dejó caer la cortina que cubría la pintura siguiente: Un muchacho de cabellos oscurecidos casi grisáceos con brillantes ojos esmeralda y un rostro serio. Alice tardó en procesar el cuadro.
—Es en verdad apuesto, aunque no sé quién es.
—Mi futuro esposo, mi destino, mi todo.
—¿Dónde lo conociste y no me cuentas?
—Es que el no
—¡Liddel! —Interrumpió la enfermera. —El doctor va a tratarte, demente.
—En un momento te atiendo, querida. —Se dirigió a la enfermera. —Hannah, te veo en el almuerzo, creo que en verdad algo ocurre 'ahí'.
—Ve Alice, te veo después.

La enfermera golpeó unas repetidas veces para apresurar a Alice, quien se mostraba bastante tranquila ante los insultos de la enfermera.
—Espero que con ésta sesión se te acomoden las neuronas, niña.
—Mi querida Sasha, yo sólo te quería ayudar en no verme nunca más, pero como me detuvieron tendrás que verme más seguido.
—No me vengas a mí con 'querida' cuando te electrocuten no estaré más que feliz.
—Lo mismo digo.

Al terminar de pelear por los pasillos, la enfermera la llevó agarrándola del brazo fuertemente al consultorio del Doctor, donde se encontraba bastante entretenido leyendo el periódico.
—Doctor, traigo a la paciente. —La empujó frente a su escritorio.
—Gracias, Sasha, puedes retirarte.
—Sí, Sasha, ve a cuidar a mis 'amiguitos'.
Tan pronto empezaron a hablar el doctor y Alice, la enfermera cerró la puerta un tanto enojada.
—Alice, por favor, toma asiento.



Listo, primer capítulo. :)

Serves you right!—Scarga la humana.

viernes, 19 de julio de 2013

Alice in a different Wonderland.

Bien, una pequeña Introducción de ésta ''novela'':
En el país de las maravillas, llega la época donde el hermano gemelo de la Reina Roja, el Rey Rojo, cae enfermo por el cambio de clima de las estaciones y alguien debe tomar su lugar que en este caso es la Reina Roja quien toma el lugar del Rey. Pero algo le ocurre al Rey, no ha mejorado y su salud empeora, lo cual envió a su servidor más fiel, el Sombrerero Loco quien avisó a los demás habitantes que había que encontrar una nueva Alicia, ya que la anterior había cumplido la mayoría de edad, ahí es cuando el rol de Alicia concluye y se borra su memoria, al menos eso se rumorea. Esta Alicia es totalmente diferente a las demás, cuyos cabellos no son dorados como las demás, cuyos ojos son también diferentes a las de las demás y su actitud, se podría decir, que es algo, diferente.


  1. Sí, los personajes son de Alicia en el País de las Maravillas.
  2. La Alicia que en éste caso, será una mezcla entre el juego Alice: The Madness Returns y mía :D
  3. ¿Expliqué que sería una novela? Oh, bueno...Es una novela:3
  4. Uhhh...¿Han escuchado acerca de los creepypastas? Bueno, algo tienen que ver con mi historia... <o<
  5. Si alguna vez han emparejado a Jeff y Jane the Killer... No les recomiendo leer esto, dudo que les guste pero 'guerra avisada no mata gente'
  6. Ahí queda todo:)
Scarga La Humana.